Después de una larga caminata de 15 km por entre medio de los infinitos bosques finlandeses, respirando ese aire puro que ya en muchas partes del mundo no se puede consumir, y apreciar esa naturaleza que te rodea y llega a poner los pelos de punta de lo bella que es, después que conocer las millones de especies de pájaros, árboles, plantas, animales, y estilos de vida que existes en el mundo y reino animal, llegue a una cabaña en donde me esperaba una caliente sopa de pescado para calentar el estomago y el cuerpo que venia de permanecer casi 9 hrs. bajo las temperatura frías de escandinava.
Yo creo que muchos de ustedes nunca han sentido esto, y el solo recorrer una fracción del bosque y pasar unas cuantas horas rodeado de colores verdes, cafés, azules, me hizo sentir uno mas de ellos, me hizo sentir como un pequeño árbolito, aprendiendo de los grandes sabios de la naturaleza dura, y me sentí tan pequeño en ese lugar del planeta, que el solo escuchar al viento mover a estos dioses de cientos de años de vida me paralizó mi sentido de "city boy", sentir como crujían cuando el viento los balanceaba de un lado a otro, escuchar como esas maderas que mediante lineas te dicen los años experiencia que tienen, es realmente hermoso. Y no hay que ver grandes monumentos de la historia universal, o ver grandes acontecimientos naturales para de verdad darse cuenta lo linda que es la vida. Solo date el tiempo de unos 15 minutos, parate en el árbol mas cercano a tu casa, observalo detalladamente, y solo piensa como nació, como creció, se alimento, y solo piensa la cantidad de vida que ese ser vivo que tienes al frente de tuyo esta dando.
Imaginense casi 9 hrs, hacieno eso, imaginense lo que sentí.


Foto: Camilo Rudolffi Garcia, Seitsemen National Park, Finlandia


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